Entre las 11 y las 16 horas las radiaciones son más agresivas, entonces hay que evitar tomar el sol o usar una pantalla total para completar la protección, hay que proteger las zonas más sensibles de la cabeza, la cara, el cuello, el escote y las orejas.
Consejos:
- Evitar el uso de productos que contengan alcohol y perfumes (colonias, desodorantes) producen manchas oscuras en la piel.
- Siempre debe estar la piel limpia, con el protector adecuado (SPF 30, SPF 50) y libre de maquillaje.
- Siempre debe de aplicarse el protector al menos 30 minutos antes de la exposición.
- Repetir la aplicación a las 2 horas o antes si te has dado un baño.
- No tomar el primer día el sol como si se fuera a acabar, ir progresivamente aumentando los minutos al día.
- No usar los protectores solares de un verano para el siguiente, pues los filtros pierden su eficacia.
- Proteger la cabeza con un sombrero o pañuelo y consumir agua suficiente, para compensar la perdida que se produce en la exposición solar.
- Después de la playa o piscina conviene tomar una ducha y aplicar un after-sun te ayudará a prolongar el bronceado, calma e hidrata tu piel.
- Consumir fruta fresca, verdura y cereales.
- El cabello sufre tanto como la piel por eso yo siempre recomiendo a mis clientes un champú y una mascarilla adecuada a cada tipo de cabello y nunca tome el sol con el pelo mojado, pues los rayos ultravioletas te perjudican más que si el cabello está seco, usa un sombrero o pañoleta.
Solo me queda desearos que disfrutéis del verano, ¡pero con cabeza!
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